Al traerme estas florecitas, cuestioné a mi nena por qué andaba arrancandolas del jardin... Me respondió que estaban en el suelo y pensó que en vez de morirse olvidadas ahí, podían endulzarme el día...
Y lo hicieron.
Una tazita de alegría, traída a mí por mi nena preciosa. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario