sábado, septiembre 29, 2012

Una tazita de alegría.

Hoy, una vez más mi nena me recordó que son esas pequeñas cosas, que a veces pasamos desapercibidas las que más cuentan.
Al traerme estas florecitas, cuestioné a mi nena por qué andaba arrancandolas del jardin... Me respondió que estaban en el suelo y pensó que en vez de morirse olvidadas ahí, podían endulzarme el día...
Y lo hicieron.

Una tazita de alegría, traída a mí por mi nena preciosa.

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