miércoles, agosto 22, 2012

El Kindergarden

Prepararse para el kinder y haber llevado a mi nene a su primer dia de escuela el día de hoy me trajo tan lindos recuerdos!
Me impresiona recordar tan pequeños detalles de tal kinder al que asistí: las paredes, el color de la puerta (saguan), los pisos, los salones, el patio y hasta las escaleras. El Kinder de Jesús, era el nombre. La maestra Laura -- tan linda fué mi primer maestra y la maestra Irma, la que me hizo temblar desde el momento en que se presentó hasta el momento en que me gradué :D
Años y años después, ya teniendo a Abril la volví a ver y de igual manera, me hizo temblar! Lo que me puso a pensar esta mañana mientras Diego se preparaba para tan importante día. . .

Hablando de tan grande día (el primer dia de kinder) con mi pequeño, le hice claro que la experiencia del kinder se vive una vez; se va a la escuela a recibir instrucción básica, pero realmente se 'aprende' viviendo; cada momento que pase y cada instrucción que reciba en la escuela es importante, pero más importantes son los momentos que pasa a nuestro lado, su familia.

Entrada en la plática la respuesta de mi nene fue: "Wait Mom, no se aprende en el kinder?" Me hizo comprender que inclusive a mí me hace falta aprender o al menos recordar un par de lecciones que he aprendido con el paso de los años: Su vida apenas comienza pero le pertenece a él; estoy en este mundo para guiarle y no para dictarle, pero soy responsable del ambiente que influirá en él; soy su mayor influencia y la mayoría de sus conductas dependerán de mí; ser su mami significa que tengo el trabajo más desafiante y no hay nada más significativo que pueda hacer en esta vida que la forma en que lo crie...

"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber*. Diviertete mucho el día de hoy mi nene", le respondí a mi Diego y le besé en su mejilla.

*Albert Einstein

Mi pequeño D en su primer dia de Kinder.


Yo, en mi segundo año de Kinder.

jueves, agosto 09, 2012

Un adios más.

Será difícil decirle adios a esta ciudad y a algunas lindas personas que en ella encontré.
Aunque para la mayoría los adios no son fáciles, pensé que el sentimiento cambiaría al pasar el tiempo; al darse cuenta que la vida se mantiene en constante movimiento y cambio; al presenciar la partida de otros; el estar tan lejos de seres amados por tanto tiempo ya... Pero no es del todo así. La melancolía y el sentimiento de pérdida aún se presentan aunque no con la misma intensidad.

Es difícil no recordar las veces que he tenido o tuvieron que decirme adios. El transportarse a esos instantes ha resultado inevitable y me pone al borde de las lágrimas. No obstante, me alegro al darme cuenta e imaginarme lo diferente que sería mi vida si ese adios no se hubieran dado.

Ya lo dijo Hunter S. Thompson, "Quien es el hombre más feliz, el que ha enfrentado la tormenta de la vida y vivió o el que se ha mantenido de forma segura en la costa y existía solamente?"

O Max DePree, "No podemos convertirnos en lo que queremos ser, permaneciendo lo que somos".

Hace ya doce años y medio que tomé la decisión más importante en mi vida: dejar el lugar donde nací y aventurarme a continuar mi vida a miles y miles de kilometros de distancia. La decisión me cambió radicalmente y no hay minuto o circumstancia que me haga arrepentirme.

Mientras que el cambio al que me aventuro comienza a ponerme de nervios y despierta mi melancolía, espero en doce años no me haga arrepentirme y de igual manera como el día de hoy, me haga feliz por haberlo llevado a cabo.

1999. A punto de partir.

martes, agosto 07, 2012

Sopes fritos?

Hace unos días el antojo de los sopes llegó y yo sin masa de maíz para tortillas!
Afortunadamente la despensa contaba con masa para tamales la que resultó funcionar perfectamente. Claro, después de preguntar y echar un vistazo en línea me aventé a hacerlos con la única modificación de freirlos en el horno en vez de ponerles en la sartén como regularmente se hace con la masa para tortillas (la receta en línea pedía freirlos en la sartén). Los frijoles refritos fueron substituídos por unos deliciosos champiñones glaseados y en lugar de lechuga, espinacas!

Si juzgamos por la cara de mis bodoques al comerlos; mis primeros sopes hechos con masa de tamales fueron: exitosos!




jueves, agosto 02, 2012

Ese pequeño vestido.

Hace un par de semanas mientras buscaba que vestir en el armario me encontré con un pequeño vestido que vestí solo una vez hace un par de años atras y solo por unas cuantas horas (durante el invierno). Me  pregunté cómo es que nunca lo había vestido de nuevo y bueno, la respuesta era obvia... Es un vestido escotado corte bajo que al vestirlo causaría que la gente no solo se enfocara en mi busto, pero sobre todo en mis brazos. Aaaaaaaah, el temor a ser mirada... Creo que nunca me deshaceré de tal temor completamente pero hoy puedo decir que tal temor a disminuído impresionantemente en tan solo un par de años.

Después de decidir, vestirme y salir, mientras caminaba de la mano de Neal rumbo a uno de nuestros lugares favoritos en el downtown, noté algunas miradas. Al entrar al lugar, también hubo miradas y una vez sentados esperando a que la música comenzara, recibí aún más de los que seguían llegando al lugar.

Quizá fueron dirigidas a mis cicatrices, quizá fueron dirigidas a mi escote... Cualquiera que fuera la razón, no me afectó como pensé me afectaría o como me hubiese afectado años atrás. Creo merecerme  un aplauso, pues aunque me ha tomado mi tiempo finalmente he entendido que esas miradas no definen el cómo me conduzco diariamente en mi vida.


Hoy soy feliz...

Por el simple hecho de poder llegar a casa a ellos!

Hace un par de días llegué a casa donde mis nenes me esperaban con unas galletitas recién horneadas por ellos. Abril, siendo la que hizo la mayoría del trabajo, reiteró eran de parte de ambos. Además de la sonrisota que me pusieron en la cara, me endulzaron la tarde a toneladas!


Mientras que puedo encontrar un sin numero de cosas por las cuales quejarme cada día... Me basta con mirar sus caritas, mientras esperan mi reacción cada vez que me dan un detalle, para darme cuenta que en esta vida el ser feliz es poner atención a esos momentos.

Sí, la cocina terminó más regada de lo normal y quizas el comedor terminó con mas moronas en el piso que cualquier otro día. Pero los extra latidos de mi corazón, compenzaron el trabajo extra que tuve que poner al final del día.