No solo porque tuve la oportunidad de cocinar con mi adorada nena todo el día, sino también porque los tamales resultaron deliciosos!
Mi nena ha comenzado a hornear más y me sorprende cuánto hemos aprendido la una de la otra en la cocina. Terminó horneando al rededor de cinco docenas de galletas que compartió con toda su clase, maestros y nosotros.
Mi nena es, sin duda una nena dulce!
{ Abril preparando la masa para los tamales }