martes, febrero 18, 2014

Compartiendo mi "secreto".


Esta entrada de blog va para un par de mujeres que me pidieron les compartiera un par de recetas y "mi secreto" para ser exitosa en la cocina. Hay muchas cosas que quisiera compartirles pero creo que comenzaré con lo básico, con aquellas cosas que he tratado hacer un hábito y que me han ayudado mil.

1. Planear los alimentos cada semana.
Cuando se sabe qué se estará preparando cada día de la semana (desayuno, comida y cena) es más fácil mantenerse con calma cuando se entra a la cocina después de un largo día en el trabajo.

2. Hacer una lista de compras.
No solo me ha ayudado a no gastar más de lo que debo, pero también a mantener una despensa organizada.

3. Preparar con anticipación.
Por pequeño que sea, trato de preparar alimentos o ingredientes con anticipación. Esto puede ser desde picar las verduras o hervirlas la noche anterior; separar y medir la sopa o arroz, hasta precocinar alimentos completos (lasagna por ej) y terminarla de hornear al día siguiente.

4. Experimentar, hechar a perder, repetir y aprender.
Nada me satisface más que tratar nuevos platillos. En el proceso he llegado a equivocarme con las medidas, con el tiempo en el horno,  o he substituido ingredientes a falta de tiempo o por no encontrarlos simplemente. El resultado puede ser tan malo como yo lo permita, pues si algo creo es que "hechando a perder se aprende". Y nadie me lo negará, sabiendo qué se hizo mal la primera vez, nos permite tener éxito la segunda o quizá la tercera. Lo importante es no darse por vencida en el proceso y seguir intentando. Además que, el cocinar diariamente puede llegar a ser monótono de por sí como para que cocinemos lo mismo una y otra vez.

5. Darles trabajos y tareas a cada miembro de la familia.
A la hora de la cena, no solo mamá es la que conica. Los nenes juegan un papel muy importante en el proceso. Si se les hace parte de tal, no solo se les enseña a tener pequeñas responsabilidades y a ayudar, pero también se les da la oportunidad de disfrutar la cena más, pues la sienten más suya.
Incluirles al planear los alimentos cada semana (ver artículo número 1) me ha ayudado maravillas, especialmente cuando se trata de comer alimentos nuevos. Pues a la hora de la cena no me topo con "No me gusta" o "Por qué cocinaste esto?" Sino por el contrario, escucho cosas como "Te dije se veía rico en la foto, mamá" o "Esta fué mi idea!" lo que me hace sentir triunfadora.

Por último, el punto que me ha ayudado infinitamente...

6. Usar el horno tanto como sea posible.
Mientras que no todos los alimentos se pueden preparar en éste, trato de incorporarlo en la tarea de preparar la cena tanto como me es posible. La cantidad de tiempo que me ahorra a lado de la estufa es impresionante así como la cantidad de grasas innecesarias que me ahorro.
El horno sin duda me ha traído grandes ventajas. Pero no ha sido de la noche a la mañana que le he agarrado la onda. Me ha tomado tiempo, experimentación, hechar a perder y volver a repetir.

Espero encuentren esta entrada de blog útil. Ya estoy trabajando en la próxima entrada, en la que entonces estaré compartiendo un par de recetas. Mientras tanto, no dejen de dejarme sus comentarios o preguntas (si las hay). Gracias por leer!