Si hay algo que una madre no soporta es la impotencia que se siente al ver a sus nenes enfermarse. Una simple gripe nos hace sentir nudos en el estómago y garganta queriendo tomar su lugar y cualquier dolor que ellos sienten.
El pequeño D se enfermó el fin de semana lo que nos hizo quedar en casa a su papi y a mi a su cuidado durante los pasados días. No importando qué mal se siente, mi pequeño se aseguró de hacerme sentir como la mejor mami del mundo. Dándome besos y abrazos en cada oportunidad que tenia y diciéndome que los cuidados que le doy le hacen 'sentir mejor'. Lo que me hace derretir como la mantequilla puesta en las rebanadas del panecillo de calabaza que hornié especialmente para mi pequeño.
La miel con limón le resultó bastante confortante y las historias que le acompañaron (de aquellas veces que mi mami me confortó mientras estaba malita cuando niña) le fascinaron. La sopita de fideo con pollo a fuego bien lento le hizo sentir 'rico' en su barriga y garganta, pidiéndome que le guardara un poquito para el siguiente día. Al término del día el pequeño se fué a cama aún con un poco de temperatura, pero contento por saber que mami se quedaría con él durante la noche leyéndole sus cuentos favoritos totalmente en Español {sonrisa}